Blogger invitado desde Atánquez, Cesar.
Hace tres meses en una noche lluviosa en
vísperas del Corphus Christi satisfaciendo la curiosidad por
nuestra cultura de parte de los chicos de Bololó Lab, les contaba sobre las
leyendas y la tradición oral Kankuama.
Hoy me satisface mucho poder compartir con todos
ustedes una de las narraciones producidas
en el marco del Proyecto “Tradición Oral, Lectura y Escritura
para la Identidad Kankuama” realizado con el apoyo del
Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación Cultural. Estas narraciones son el producto del diálogo
intergeneracional materializado en conversatorios entre mayores y niños en donde la tradición oral en su
máxima expresión infunde vida a la cultura del
pueblo indígena Kankuamo. Los autores: niños y jóvenes recrearon las
versiones escuchadas en los diferentes conversatorios impregnando en su relato ingenio y estilo
EL TURUGUMA
José Gregorio Rodríguez
Cuentan que en las oscuras y turbias
aguas del rio San José, hay un pozo llamado “El Turuguma”. Se dice que es muy
misterioso, su nombre proviene de la lengua kankuama, en él hay espantos, se
crece solo, hacen relámpagos y sale una sirena que vive en una cueva; todos son
temerosos al ver su aspecto por lo que les da miedo bañarse en él.
Cierto día llegó un extranjero a una finca cerca del río, viendo los paisajes que rodeaban las hermosas
sabanas. Los dueños de la finca le dieron alojo y él con las ganas de conocer
más de ese lugar preguntó:
- ¿Cuál
es el camino para llegar al río?
El dueño de la finca le dijo donde
estaba y buscó unos guías para que lo
orientaran. Al llegar al pozo le
dijeron:
- ¡No
se bañe en ese pozo!
El preguntó:
- ¿pero
por qué?
Uno de ellos le respondió:
- Ese
pozo es misterioso y muy malo.
El extranjero respondió:
- ¡No
me importa!
De inmediato se sumergió… las aguas del pozo se tiñeron de negro…las
nubes se bajaron…
Los guías asustados decidieron que uno
fuera a llevar la razón a la finca por
el peligro que corría el visitante .Algunas personas lograron llegar antes que
el gringo saliera y los que estaban allí le gritaban:
- ¡Salga,
salga!
Pero el pozo se crecía más y más. De
repente una planta carnívora le agarró un pié intentando llevárselo hasta un
remolino. Asustado logró salir y se sentó en una piedra, votando sangre por los
ojos, nariz, oídos y boca. En eso llegó
un mayor y le preguntó:
- ¿Qué trae ahí?
-
El dijo:
- ¡Una
virgen!
El mayor asustado le dijo:
- ¡Devuélvala,
devuélvala!... es la única forma de que
se salve, la naturaleza está brava porque desobedeció sus ordenes y
advertencias…
Asustado la devolvió, y todo volvió a
la normalidad, al gringo no le quedaron ganas de volver a desobedecer a los que lo orientaban ni a poner en duda la
sabiduría del kankuamo.
Al regresar a su tierra contó lo que había sucedido:
“-Me sumergí en un pozo y encontré una
puerta muy parecida a la de una iglesia; desesperado la abrí y eso estaba claro
y muy lindo, a la entrada había una
planta carnívora, no le presté atención,
de repente salió una sirena, su cabello le cubría la cara, bajé la mirada y miré
una luz de color amarillo que brillaba.
Esa luz se apagaba cada vez más. Nadé hasta donde estaba esa luz y esta se
apagó…Era una virgen de oro, la tomé y subí muy asustado”.
“El
Turuguma es una forma de corregir a las personas desobedientes”.
Tomado de los
relatos del Mayor Abelardo Pérez
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